La tecnología de los coches inteligentes está avanzando a pasos agigantados y cada vez es más común encontrar vehículos que cuentan con sistemas de conducción autónoma y conectividad avanzada.
Estos coches, también conocidos como “coches autónomos” o “coches sin conductor”, prometen revolucionar la forma en que nos desplazamos y, por lo tanto, tienen el potencial de transformar la industria del automóvil y la vida cotidiana de las personas.
Al mismo tiempo, también están cambiando las formas en que accedemos a ellos en el sentido de que muchas personas prefieren alquilar o compartir un coche a tenerlo en propiedad.
Sirva como ejemplo esta comparador de coches de renting, para hacerse una idea del camino que está tomando el mercado.
Pero, ¿cómo funcionan realmente estos vehículos y qué implicaciones tienen para el futuro de la conducción? ¿Seguirá siendo rentable comprar un coche?
En este post, profundizaremos en el tema de los coches inteligentes y exploraremos cómo esta tecnología está cambiando la forma en que nos movemos.
El futuro de los coches inteligentes
En el futuro, los coches inteligentes serán vehículos conectados usando tecnología de inteligencia artificial (IA) para enviar y recibir datos.
De hecho, hoy día muchos automóviles ya tienen asistentes inteligentes, como Alexa o Siri, que permiten controlar los sistemas periféricos del automóvil con la voz.
En el plano de la seguridad, Goodyear ha creado un neumático que se adapta a las condiciones de la carretera y al comportamiento del conductor al cambiar la composición del neumático mediante la autoinyección de un material sintético.
Además, se están desarrollando sistemas de IA que monitorean los movimientos oculares del conductor para detectar si hay riesgo de quedarse dormido al volante.
Sin embargo, aunque la tecnología de conducción autónoma ha avanzado, todavía hay obstáculos legislativos, sociales y de infraestructura que deben superarse antes de que los vehículos autónomos de nivel cinco, que son totalmente autónomos, sean una realidad.
Aún así la tecnología de conducción autónoma ya se está utilizando actualmente en vehículos de prueba y en algunos servicios de transporte, como taxis autónomos.
Además existen vehículos autónomos de nivel tres y cuatro, más fáciles de poner en circulación porque requieren la intervención humana en algunas situaciones.
Comprar coches es cosa del pasado
El uso de automóviles tradicionales, que funcionan con combustibles fósiles y requieren una gran inversión en términos de costos mensuales, puede ser ineficiente.
A menos que se utilicen para trabajar, estos vehículos suelen estar inactivos durante la mayor parte del día, lo que significa que se siguen pagando impuestos, seguros y posibles alquileres o financiamientos.
Esto apunta a la posibilidad de mejorar la eficiencia a través del alquiler mediante renting y también del uso compartido o en común de vehículos de transporte personal.
En este sentido es probable que el uso compartido de vehículos se vuelva más popular, ya que el transporte público cubrirá las necesidades diarias de la mayoría de las personas.
Solo se necesitarán automóviles para viajes poco frecuentes, como un viaje fuera de la ciudad a la playa o al campo.
La búsqueda de alternativas energéticas
Los coches eléctricos han sido una posibilidad durante mucho tiempo, pero solo recientemente se han vuelto asequibles debido a la reducción del costo de producción de baterías y al impulso que les han dado empresas como Tesla y Toyota.
Ford espera que todos los vehículos que comercializa a nivel europeo funcionen con electricidad en 2030 y Volkswagen vaticina que acabarán siendo el 75% a nivel mundial.
Otras compañías, como Jaguar, incluso tienen planificado cambiar toda su línea de fabricación, para producir solo vehículos eléctricos en 2025.
Mientras tanto, otros combustibles como los biocombustibles y el hidrógeno también están ganando popularidad.
Aunque el combustible de hidrógeno es actualmente demasiado costoso para su uso general, se espera que su costo disminuya en los próximos años.
Conclusión
Los coches inteligentes están revolucionando la forma en que nos desplazamos y tienen el potencial de transformar la industria del automóvil y la vida cotidiana de las personas.
Sin embargo, aunque la tecnología de conducción autónoma ha avanzado, todavía hay obstáculos legislativos, sociales y de infraestructura que deben superarse para que puedan ser una realidad.
Las nuevas modalidades, como alquilar o compartir un coche en lugar de tenerlo en propiedad, y el uso de nuevas fuentes de energía, marcaran el camino de un futuro más inteligente y sostenible.